Mediación
Especialistas en Mediación Familiar.
Sea cual sea su desencuentro familiar, es posible llegar a un acuerdo a través del diálogo y la mediación.
Separaciones, divorcios, rupturas de parejas de hecho, disputas por herencias, modificación de la pensión de alimentos y otras medidas, problemas en la convivencia, infidelidades, decisiones relativas a los hijos, problemas con propiedades, asistencia y cuidado de personas dependientes, etc.
La primera sesión es informativa y gratuita. En ella se informa a las partes en qué consiste la mediación, sus principios y su precio, determinándose también el número aproximado de sesiones que se prevee se van a necesitar (transcurridas las cuales el proceso finalizará con acuerdo total o parcial o sin acuerdo), su duración y la fecha y hora de inicio.
En esa primera sesión se valorará igualmente (y las partes decidirán) si es precisa la intervención de otros profesionales (como terapia psicológica o asesoramiento jurídico de Letrado independiente) y si vamos a contar con la ayuda de los perros expertos en emociones en nuestro proceso (sobre todo, si se ven afectados niños por el conflicto).
Aceptada la mediación, las partes deberán acudir personalmente a las sesiones y, si ya cuentan con Letrado/a, es aconsejable que acudan en su compañía (al menos a la sesión informativa) si creen que se van a sentir más arropadas y/o en una posición de mayor equilibrio respecto a la otra parte. Debe tenerse en cuenta que el/la mediador/a nunca va a asesorar a persar de ser abogado/a porque debe ser plenamente neutral. El/la mediador/a va a mediar, actividad profesional para la que está específicamente formado/a al margen de la abogacía.
Bajo la dirección de Carmen Hidalgo Muniozguren, Abogada y Mediadora, desde 2015 formamos un equipo multidisciplinar compuesto por mediadores, psicólogos, educadores infantiles y abogados.

Somos especialistas en Mediación Familiar
siempre centrados en el factor humano.
Mediación Familiar

¿Por qué elegirnos?
Somos especialistas en Mediación Familiar
Especialistas en nuevas metodologías para la mediación, como el uso de animales para la mediación en la que existen niños afectados por el conflicto.
En las terapias psicológicas individuales, ya desde tiempos de Freud, se introduce a los animales en las sesiones (no sólo perros, también caballos y delfines, fundamentalmente). En algunos Juzgados de Familia de Madrid desde hace unos años se está integrando igualmente a los perros para lograr una mayor apertura (y, con ella, la obtención de mayor información) de los/las hijos/as cuyos padres y madres tienen un conflicto judicial. Y todo ello porque los perros estimulan áreas del lenguaje no verbal y afectivo que nada tienen que ver con las áreas del lenguaje lógico. Los perros facilitan la expresión afectiva y motora, resultando mucho más fluido el trabajo proyectivo a través de ellos, desde el vínculo creado en cuestión de minutos entre un animal afectivo y manso y la persona.